Actualmente está bien establecido que las bacterias, incluidos los patógenos transmitidos por los alimentos, crecen predominantemente en biopelículas, su hábitat natural. Las biopelículas están formadas por poblaciones densas, complejas y multiespecíficas de microorganismos que se adhieren irreversiblemente a una superficie o entre sí, y están incrustadas en una matriz polimérica extracelular autoproducida.
Estamos bien adentrados en la temporada de otoño, y tras la confirmación la semana pasada de la gripe aviar de baja patogenicidad H5N2 en Minnesota, ahora es un buen momento para evaluar y actualizar su programa de bioseguridad. La bioseguridad es una serie de prácticas de gestión diseñadas para prevenir la introducción y propagación de patógenos. Cada pieza del programa es importante, y su defensa contra las enfermedades es tan fuerte como el eslabón más débil.
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